Tras el sonado tiroteo de Uvalde (Texas), en el que murieron 19 estudiantes y dos profesores, muchos políticos que se oponen a unas leyes de armas más estrictas han pedido que se «endurezcan» las escuelas de Estados Unidos.
Bipartidista
El presidente Joe Biden firmó a finales del mes pasado una ley bipartidista poco frecuente para hacer frente a la violencia con armas de fuego. La ley proporciona 1.000 millones de dólares de financiación para que las escuelas citadas «creen entornos de aprendizaje seguros y saludables para todos los estudiantes», así como otros 300 millones de dólares que se destinarán a la formación y el equipamiento que puedan ayudar durante una amenaza de violencia.
La industria de la seguridad privada centrada específicamente en el sector educativo tenía unos ingresos previstos de 3.100 millones de dólares en 2021 y se espera que crezca más de un 8% anual de media, según la empresa de investigación y consultoría Omdia.
Sin embargo, estas estimaciones sólo tienen en cuenta a las empresas que proporcionan tecnología que ayuda a controlar quién entra en una escuela, como cámaras y cerraduras electrónicas.
El Departamento de Justicia, el Departamento de Educación y el Departamento de Seguridad Nacional, a nivel federal, tienen programas que conceden subvenciones a los distritos escolares para mejorar la seguridad. El Departamento de Justicia ha otorgado más de 410 millones de dólares en subvenciones a través de los programas creados bajo la Ley STOP de Violencia Escolar de 2018.
Seguridad
Los expertos en seguridad advierten que los programas de subvenciones para ayudar a asegurar las escuelas pueden no ser suficientes.
«Hemos ido a escuelas en las que han tenido una financiación única a través de una subvención o una asignación de la junta escolar para poner cámaras adicionales, por ejemplo, y vamos tres o cuatro años después, las cámaras no están funcionando», dijo Ken Trump, presidente de National School Safety and Security Services. Trump no es pariente del ex presidente Donald Trump.
«No tienen presupuesto a nivel de escuela o de distrito escolar para el mantenimiento, la reparación, la sustitución», añadió Trump. «Sin embargo, existe esta fachada, este teatro de la seguridad de que hicieron la escuela más segura cuando, en realidad, gran parte de la tecnología y el equipo no se está utilizando».
Además de la inconsistencia de la financiación para que las escuelas compren estos servicios, la demanda de los padres y los distritos escolares también tiende a fluir en función de los acontecimientos.
Esta demanda esporádica afecta al crecimiento del sector. En lo que respecta a las empresas que proporcionan equipos y servicios de seguridad para controlar quién puede acceder al edificio, las tasas de crecimiento pueden variar entre el 5% y el 15% en función del número de tiroteos que se produzcan en un año determinado, según Omdia.
