La India, un país rico en historia y cultura, siempre ha sido una tierra de gran potencial. Sin embargo, durante las tres primeras revoluciones económicas, el país se encontró principalmente en una transición. Las dos primeras revoluciones, impulsadas por el carbón y el vapor, y más tarde por la electricidad y el gas, vieron a la India como un representante mayoritario. Incluso la tercera revolución impulsada por las computadoras hizo que la India se pusiera al día. Pero ahora que estamos al borde de la cuarta revolución económica, el país está preparado no sólo para participar, sino también para liderar los cambios.
La cuarta revolución industrial, caracterizada por la combinación de los mundos físico, digital y biológico, cambiará la forma en que vivimos, trabajamos e interactuamos entre nosotros. Es una revolución que traerán las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la biotecnología, entre otras. Para la India, un país con escasez de recursos, el papel que desempeñará la tecnología es muy importante.
El potencial de la India para convertirse en la cuarta revolución económica está respaldado por muchos factores.
En primer lugar, India tiene un sistema bien desarrollado de información financiera a través de la Interfaz de Pagos Unificados (UPI) junto con la plataforma Aadhaar. También existen plataformas futuras, como una de las entregas anunciadas en el último presupuesto de la Unión. Estas plataformas tienen el potencial de transformar las empresas desde las finanzas hasta la entrega, ayudando a crear una economía digital que pueda impulsar la cuarta revolución.
En segundo lugar, la India tiene una población joven numerosa y bien educada, capaz de producir las habilidades necesarias. Nuestras universidades están repletas de jóvenes con mentes brillantes que desean dejar su huella en el mundo. Sin embargo, para aprovechar este potencial, la India necesita invertir fuertemente en educación científica y tecnológica.
Además, la India es una tierra fértil para el emprendimiento y se ha convertido en una de las empresas emergentes de más rápido crecimiento en el mundo. Al invertir en nuevas tecnologías, podemos asegurarnos de que estas empresas emergentes lideren el camino en la cuarta revolución, creando soluciones que no solo sean rentables y buenas para la India, sino también para todo el mundo.
Sin embargo, liderar la cuarta revolución industrial no está exenta de desafíos. Uno de los principales problemas es la baja inversión pública y privada en investigación. Actualmente, el gasto de la India en investigación y desarrollo (I+D) es inferior al 0,7% de su producto interno bruto (PIB), aunque países como Egipto y Brasil vuelven a gastar más. Estados Unidos, China, Israel, Japón y Corea del Sur gastan entre el 2% y el 5% de su PIB en investigación. La escasez de financiación ha afectado directamente la calidad y cantidad de la investigación que se realiza en la India.
Para abordar esto, el gobierno presentó recientemente en el Parlamento el proyecto de ley de la Fundación Nacional de Investigación Anusandhan, 2023. La Fundación Nacional de Investigación (NRF) tiene como objetivo involucrar a colegios y universidades en la investigación, ya que menos del 1% de las casi 40.000 universidades de la India participan actualmente en la investigación. Es importante invertir en educación superior. Nuestras universidades deben estar equipadas con nuevas tecnologías e instalaciones de investigación para apoyar la innovación y el espíritu empresarial. Necesitamos pasar de una educación con plazos determinados a una educación continua. Esto no sólo ayudará a los estudiantes a adquirir las habilidades necesarias para la revolución de la industria peletera, sino que también creará puestos de trabajo.
Es importante mejorar la facilidad para hacer negocios. Los emprendedores son el alma de la cuarta revolución industrial, impulsando la innovación y creando nuevos negocios. Sin embargo, necesitan el entorno adecuado para prosperar. Esto incluye acceso al capital, un buen entorno regulatorio y activos digitales sólidos. La India ha logrado avances significativos en este sentido, pero aún queda mucho por hacer.
La cuarta revolución industrial no se trata sólo de tecnología. Depende de la gente. Se trata de cómo utilizamos la tecnología para mejorar vidas, crear oportunidades y construir un futuro mejor. Y con su juventud, su espíritu emprendedor y su creciente economía digital, la India tiene lo necesario para abrir nuevos caminos.
La toma de decisiones y el apoyo a la educación superior privada es otro paso importante. Nuestras universidades necesitan apoyo para innovar, adaptarse a las necesidades cambiantes de la economía y dotar a los estudiantes indios de las habilidades del futuro. Las universidades, a su vez, deberían apoyar la cultura de la investigación y la innovación, fomentar la cooperación con las empresas y adoptar nuevas tecnologías y enseñanza.
No se puede subestimar la urgencia de esta misión. La India se encuentra en un momento importante de la historia. La cuarta revolución económica presenta una oportunidad única para que el país dé un salto hacia su desarrollo y se consolide como líder mundial en tecnología e innovación. Pero para aprovechar esta oportunidad, la India debe actuar ahora. El avance de la tecnología no espera a nadie, y si la India no toma una decisión en este momento de la historia, correrá el riesgo de desaparecer aún más.