Este año, la organización anticorrupción Transparencia Internacional asistirá a la Conferencia de Seguridad de Múnich para pedir una mejor regulación de las empresas militares y de seguridad privadas (EMSP) en el contexto de los conflictos militares.
En un estudio publicado hoy, Transparencia Alemana exige que la adjudicación de contratos a las EMSP y la imposición de normas de calidad internacionales sean más transparentes. Lo que hasta hace poco se consideraba una responsabilidad del gobierno se está delegando en proveedores de servicios privados. Con este cambio resulta cada vez más difícil atribuir responsabilidades. La falta de transparencia crea oportunidades para la corrupción, sobre todo porque la mayoría de las intervenciones militares se producen ahora en países en los que la corrupción es rampante.
Por esta razón, es necesario definir las principales responsabilidades militares del gobierno y detener la subcontratación de esas responsabilidades a empresas privadas. Además, deben establecerse sistemas adecuados de registro y concesión de licencias para garantizar que los contratos con los agentes privados se cumplen de manera profesional y de acuerdo con el derecho internacional.
Dado que las empresas que intervienen en asuntos internacionales no están sujetas al derecho internacional, los gobiernos de los países que participan en intervenciones militares están obligados por ciertos acuerdos a garantizar que las EMSP cumplan con el derecho internacional humanitario. No se debe permitir que los países eludan estas obligaciones contratando a proveedores de servicios privados.
Los actores privados son la norma en los teatros de operaciones
En el ámbito de la seguridad nacional e internacional, el uso de las EMSP ha aumentado considerablemente. En Irak y Afganistán, por ejemplo, se ha desplegado un total combinado de más de 250.000 empleados de dichas empresas. El valor total de la industria de la seguridad privada en todo el mundo se ha estimado en 200.000 millones de dólares estadounidenses.
A día de hoy, los países siguen afirmando que las responsabilidades militares básicas no se subcontratan a las EMSP. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no existe una definición oficial de lo que constituyen las «responsabilidades militares básicas», por lo que muchos de los contratos adjudicados a las EMSP están vagamente definidos. Es en esta «zona gris» donde Transparency Germany ve la necesidad de actuar. Los empleados de empresas privadas asumen cada vez más responsabilidades que pueden implicar su participación directa en operaciones de combate.
En Alemania, se ha producido un cambio reciente en la forma de interpretar el término «responsabilidades militares básicas» en la práctica, es decir, en los teatros de operaciones de las intervenciones militares internacionales. En 2004 y 2005, la Bundeswehr había rechazado por principio la posibilidad de externalizar sus responsabilidades en las áreas de protección, reparación, mantenimiento y logística. Sin embargo, cuando Alemania se involucró en la guerra de Afganistán, el gobierno alemán estaba subcontratando estas responsabilidades de forma rutinaria. Según Peter Conze, miembro de la junta directiva de Transparency Germany, «aquí es donde se necesita una aclaración: el gobierno alemán debe definir claramente a quién se le puede encargar qué».
Gran responsabilidad, pocas reglas
En 2007, la matanza de civiles inocentes en Irak por parte de Blackwater, un contratista militar privado estadounidense, atrajo la atención de los medios de comunicación. El incidente en sí, así como sus consecuencias, pusieron de manifiesto los riesgos que entraña la contratación de los servicios de una EMSP por parte de gobiernos, organizaciones internacionales y clientes privados. En el momento del incidente, se exigió una regulación exhaustiva de estas prácticas. Sin embargo, desde entonces se ha avanzado poco en este frente.
El despliegue de las EMSP se ha convertido en un elemento básico de las operaciones militares, y es probable que muchos países y operaciones internacionales recurran a la experiencia de estas empresas en un futuro próximo. Por consiguiente, es necesario mejorar la regulación. Según Conze, «los gobiernos deberían introducir normas vinculantes para los actores internacionales, a fin de garantizar una selección y una supervisión adecuadas de las empresas militares y de seguridad y una sanción eficaz de las infracciones, entre otras cosas».
Así pues, se pide a los gobiernos y a las organizaciones internacionales que contratan a las EMSP que introduzcan normas de calidad y apliquen procesos de licitación transparentes. Tanto si los clientes son gobiernos como organizaciones internacionales, tienen la responsabilidad de defender la integridad de los sistemas de justicia penal nacionales e internacionales y de garantizar que las infracciones cometidas por las EMSP o sus empleados se sancionen de acuerdo con la legislación de los respectivos países en los que tienen su sede dichas empresas.
Además, se necesitan sistemas nacionales de registro y concesión de licencias que proporcionen normas claras y transparentes en lo que respecta al control de seguridad y la formación del personal de las EMSP.
Información de fondo
Este año, Transparency International asistirá por tercera vez a la Conferencia de Seguridad de Múnich. Empezando por una mesa redonda que se celebrará el 13 de febrero de 2016, se celebrarán una serie de conferencias y talleres centrados específicamente en las EMSP. La presentación de un documento político titulado «¿Capacidad ganada-responsabilidad perdida? Establecer un mejor marco político y normativo» se espera que fomente un debate continuo sobre la relación entre la corrupción y la estabilidad, un debate que Transparencia Internacional inició con su estudio «La corrupción como amenaza para la estabilidad y la paz», que se presentó en la Conferencia de 2014.