Un intersticio fronterizo, que llegaba hace 30 años a la avenida Juan Carlos I, de José Manuel Palacio desde julio de 2021. Puede parecer inconsistente, sí, pero esta calle es un lugar común fijado entre dos comunidades: El Natahoyo al norte y La Braña al el sur, cuyo tercio norte recibe el nombre de comunidad de Moreda por la gran industria siderúrgica que existe desde hace más de cien años. Pero ¿por qué esta carretera todavía se considera una frontera? Porque su inauguración fue en el año 1990, ya que por allí pasan las vías del ferrocarril del Norte, y eso es un verdadero problema.
Muchas cosas interesantes nos esperan en esta vía y la mayoría de ellas tienen que ver con su pasado empresarial y ferroviario.
El inicio de este camino parte del actual viaducto que conecta a Carlos Marx. Todavía a principios de los años 80 era una aventura llegar a centros de estudios como ‘el Gedo’ o Emilio Alarcos, ya que el puente ya no está, aunque sí hay un sendero construido posteriormente. Los estudiantes púberes tienen que cruzar todos los días, primero, la verdadera carretera, segundo tienen que cruzar el ferrocarril – en la obra – y atravesar el pequeño túnel o el camino que envió el agua Cutis. La vía, en cambio, que todavía es propiedad y utilizada por el Ayuntamiento y la Policía.
El brazo occidental del Cutis donde se suma el arroyo Pilón, porque la lluvia es demasiada en su nivel freático y el agua llega hasta los tobillos de los jóvenes en medio del cruce que es de barro de tierra. Luego pasaron por la fábrica abandonada de Moreda, abandonaron la antigua lonja y llegaron a su destino. También en este lugar, donde la Plaza del Padre Máximo González cuenta con un puente del siglo XVII para cruzar este río, se encuentra el pontón El Natahoyo, que fue reformado dos veces en el siglo XIX.
En medio kilómetro hay tres centros muy importantes, a los que en 1940 se le añadió la fábrica Avello, que está en un triángulo entre la calle Lealtad y la esquina de Parrilla Muñó. Estas tres industrias son el germen de las dos primeras generaciones de lugares de trabajo postindustriales, es decir, el resultado de la recuperación económica y la desindustrialización urbana que conducen a la regeneración de sitios degradados y contaminados para convertirlos en parques oxigenantes.
mutilación
El primer impulso comercial del camino llegó con la Fábrica de China La Asturiana en 1876, fundada por Mariano Suárez Pola y José del Rosal, que se convirtió en una de las principales empresas del país en materia de alfarería, compitiendo incluso con La Cartuja. y Sargadelos. . Tras su conversión en parque, en 1992, se conservó al menos el llamado «palacio», edificio que hoy es la sede. Allí trabajó hasta 1988. Día inolvidable: cuando apareció un cadáver en la zona de La Asturiana el 16 de agosto de 1949.
La gran acería de Moreda fue construida por el ingeniero francés Isidoro Clausel de Cousserges en 1879. Su superficie inicial es de 80.000 m2 y en una situación geoestratégica inmejorable: entre las carreteras de Candás y Avilés y entre las vías del ferrocarril entre Norte y Langreo. rama directamente a la fábrica y luego al puerto también. La fábrica creció hacia el sur y absorbió la refinería de petróleo descubierta, también allí, en 1890, que luego se convirtió en los yacimientos de Campsa que fueron bombardeados en la Guerra Civil. En el recinto, que hoy es vecino, hay una cancha donde tiran la escoria de la fundición, de ahí que haya una cancha donde juegan fútbol, no una cancha de fútbol, llamada La Lija. Sólo esta fábrica empleaba, en 1899, 750 trabajadores.
La fábrica de Moreda fue cerrada en 1980 y el ayuntamiento no conservó ni el más mínimo vestigio industrial. Por supuesto, en febrero de 1995 se inauguró en su lugar un parque que trajo la paz con un arroyo y una nueva comisaría de la Policía Nacional. Otra cosa que debes saber: ¿sabías que antes de la construcción de las viviendas ya estaban construidas las instalaciones deportivas en medio de la nada y poco después el club? Contra. No menos interesante es que para que el parque se convierta en realidad hay que hacer una importante urbanización y ahora alberga a 3.000 personas.
La tercera fábrica y la primera en convertirse en parque, en 1977, está en Industrial Alonso, local que comparte terreno con el actual vivero, que es un chalet familiar comunicado con el aparcamiento del centro, así como con el parque de La Atalía. Al oeste (hoy son edificios de viviendas) se encuentran los almacenes de esta empresa metalúrgica (inaugurados en 1944) y más abajo se encuentran las cuadras y la pocilga. En medio del parque hay un granero. Toda la zona boscosa del recinto se utilizaba como coto de caza privado.
Motos ‘made in’ Gijón
Ahora es el momento de mostrar tu corazón. ¿Sabías que Gijón es el primer productor de motos del país? Es gracias a la fábrica de Avello. Entre la parrilla Muñó y la calle Lealtad se instaló en los años 1940 la fábrica Alfredo Avello, que desde 1987 es administrada por Suzuki. Allí se construyeron dos modelos de motocicletas que llegaron a todo el país: MV Augusta y MV Avello, primero, y Puch después.
Finalmente, dos cosas para completar. De los tres negocios perdidos, que empleaban a más de 1.000 trabajadores y ocupaban cerca de 300.000 m2, se adquirieron casi 140.000 m2 de zonas verdes y el resto para viarios e infraestructuras viven gracias al plan urbanístico que nació al calor del PGOU de la Rañada. en 1986. Esta vía es la única que «construyó» la ex corporación socialista, sólo cambió su nombre por el de Mayor José Manuel Palacio, bien merecido.
PD: en la Plaza de La Habana no hay palmeras canarias, son butias y el picudo rojo todavía se las come. ¡Nos vemos en el próximo camino!