La cooperación es importante para todos en la industria pesquera, ya sea minorista, fabricante o ávido pescador. Más pescadores significan más ingresos para los minoristas y fabricantes, pero el pescador ávido se beneficia de una buena cooperación debido al impuesto sobre los equipos de pesca y la conservación del pescado, que se ocupa de la pesca y también hace las políticas que recauda. Una comunidad pesquera fuerte con una creciente participación en la salud tiene mucho peso político e influye en cómo se gastan estos ingresos y aboga por políticas que nos afectan a todos.
En la Cumbre de la ASA, todos los presentes en la sala tienen interés en participar en un número cada vez mayor, por lo que tiene sentido que el primer orador de la reunión general aborde el tema. Rob Southwick es el presidente de Southwick Associates, una empresa de investigación especializada en las industrias de pesca deportiva, caza y tiro. Stephanie Vatalero es vicepresidenta sénior de marketing y comunicaciones de Sports and Fishing Foundation y es responsable del alcance a los clientes y partes interesadas de la organización, incluida su campaña Take Me Fishing y Vamos A Pescar. Ambos grupos realizan extensas encuestas para medir la participación y este año anunciaron más noticias positivas para la industria pesquera al anunciar que la participación aumentó un 9%.
Un dato de su investigación muestra que en 1991 la participación pesquera era del 19%. En 2006 cayó al 13%. En 2022 aumentó al 15% y este aumento se ha incrementado considerablemente en los últimos años, mientras que la población estadounidense solo ha aumentado ligeramente en comparación con el período anterior. Por tanto, la participación en la pesca no sigue a la población, lo cual es alentador.

Existen grandes oportunidades para mejorar la participación, especialmente entre las mujeres y las personas de color, porque la participación de estos grupos no ha seguido el ritmo del crecimiento de la población.
Por ejemplo, 19,8 millones de mujeres irán a pescar en 2022. Pero las mujeres representan el 51% de nuestra población, pero solo el 36% de ellas viene a pescar. Imagínese si pudiéramos llevar ese número al 50%.
Si nos fijamos en la Generación Z (nacidos entre 1996 y 2915), el 44,9% de ellos no son hablantes nativos. Pero de nuestro pescado, el 75% son blancos no hispanos. De nuevo, imaginemos lo que sucedería si aumentaramos la participación de personas de color para igualar a la Generación Z.
Participar en la pesca tiene muchos beneficios para todos nosotros y es importante para nosotros poder disfrutar del acceso a las aguas de pesca y que esas aguas mantengan la salud de los peces. ¿No queremos todos esas cosas?